La reciente visita de Justin Bieber a Brasil será recordada, sin duda, como uno de los puntos más bajos de su carrera, y es que el canadiense ha protagonizado el pasado fin de semana tres incidentes que podrían dañar seriamente su imagen pública. Para empezar fue pillado in fraganti saliendo del prostíbulo más conocido de Rio de Janeiro acompañado de dos profesionales del sexo; para evitar que los flashes capturaran el rostro del cantante, sus guardaespaldas lo cubrieron con una sábana y lo metieron en el coche junto a las chicas.
A continuación se dirigieron a su hotel, donde según fuentes presenciales él y su equipo llevaban varios días montando juergas, consumiendo drogas y alcohol y molestando al resto de los huéspedes, hasta el punto de que la dirección se vio obligada a expulsarles del establecimiento. Otras fuertes, sin embargo, afirman que Justin se vio obligado a abandonar el hotel por culpa de las hordas de fans que merodeaban por ahí haciendo peligrar su seguridad.
Y para terminar, el pasado sábado el artista dejó con un palmo de narices a los miles de beliebers que se habían congregado para ver su actuación en Sao Paulo cuando, tras recibir el impacto de unabotella de plástico en el rostro, decidió abandonar el escenario. Sus fans esperaron su regreso durante más de media hora, cantando a coro Baby y gritándole declaraciones de amor, pero nada de esto bastó para ablandar el corazón de Justin, quien puso fin al concierto antes de tiempo.
Anda que se valla de putas pero que haga el concierto
ResponderEliminar